sábado, 26 de junio de 2010

Suazilandia y la marihuana




Suazilandia de África no es la Suiza Europea.
El Reino de Suazilandia (Umbuso weSwatini en suazi) es un pequeño país sin salida al mar en el sur de África (uno de los más pequeños del continente), situado en las oscilaciones orientales de los Montes Drakensberg, entre Sudáfrica al oeste y Mozambique al este. Recibe su nombre de la tribu suazi, una etnia bantú.


Deparados con la crisis agrícola y un sector irrefrenable y creciente de cultivo de marihuana, el reino de Suazilandia del sur africano ahora está considerando la producción de otra forma del cannabis – el cáñamo. El “Oro Suazilandés”, como la marihuana producida localmente es conocida, es un bien valioso, llegando hasta $5.000 el medio kilo en el mercado europeo y con los agricultores de cultivos tradicionales como el algodón y la caña de azúcar pasando por tiempos difíciles a causa de los precios decrecientes, el pequeño cultivo tradicional de marihuana de generaciones está siendo transformado en un importante cultivo rentable en el país económicamente titubeante.

Conocida en la jerga local como “dagga”, la marihuana suazilandesa es consumida localmente y exportada a países vecinos en el sur de África, así como a Europa. De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDD), la producción de marihuana en el sur de África generó cerca de 10% de los $142 billones del tráfico global anual de marihuana. En el informe anual sobre las drogas de 2006 de la ONUDD llamaba a Suazilandia como uno de los grandes productores en la región. Los otros grandes productores regionales de marihuana son identificados como Lesotho, Malawi, Sudáfrica, Suazilandia y Tanzania.

“La gente aquí gana cerca de R80 [casi US$11] por una bolsa de 10kg de maíz cuando la venden en el mercado, pero reciben R3.000 [cerca de $405] por una bolsa de 10kg de cannabis si pueden venderla a alguien que va a llevarla para fuera de Suazilandia”, les dijeron los informantes locales al IRIN News Service de la ONU. “Una persona puede cultivar 30 bolsas de 10kg en un año aquí en los montes y usan el dinero para comprarse vacas, muebles, mandar sus hijos a la escuela. Estamos en buena situación porque nuestros padres cultivaron dagga, entonces podemos mandarlos a la escuela, tener ropas y otros beneficios”.

De acuerdo con el Institute for Security Studies (ISS) de Sudáfrica, el cultivo suazilandés de marihuana está siendo integrado en las redes criminales regionales y globales existentes. “Del cannabis que es cosechado, la mejor calidad es destinada para compresión en bloques de uno o dos kilogramos que son contrabandeados vía Sudáfrica y Mozambique a Europa y al Reino Unido”, dijo un informe reciente del ISS sobre el tráfico de cannabis de Suazilandia. “Las redes criminales nigerianas han asumido la posición dominante en el tráfico de cannabis suazilandés durante los últimos años y las ganancias de sus ventas en Europa son usadas para pagar la cocaína comprada en Sudamérica, la cual es contrabandeada entonces a Sudáfrica y demás lugares”.

La policía suazilandesa intenta erradicar los cultivos, pero sin mucho éxito. Aunque el gobierno suazilandés reciba auxilio antidroga limitado de los EE.UU., el apoyo más importante de Sudáfrica ha terminado porque Suazilandia no puede pagar su parte.

Un reportero del IRIN acompañó al director de la unidad antidroga de Suazilandia, el Superintendente Albert Mkhatshwa, en un operativo de búsqueda y destrucción en que una plantación fue quemada. “Esto es sólo dagga siendo cultivada por algunos aldeanos vecinos”, explicó Mkhatshwa. “La fumigaremos con herbicidas y las plantas estarán muertas en un día más o menos, pero si regresamos en un mes, probablemente más será cultivada en el mismo lugar. La gente sabe que no tenemos los recursos necesarios para cubrir toda el área, entonces apuestan que no regresaremos prontamente. La gente ha estado cultivando el cannabis herbal durante largo tiempo en Suazilandia, mucho antes que fuera ilegal”, dijo.

Y si algunos empresarios locales y funcionarios del gobierno hacen lo que quieren, la gente puede cultivar cáñamo también. De acuerdo con el IRIN, el gobierno suazilandés va a permitir la pequeña producción de cáñamo para ver si tiene el potencial de volverse un cultivo económicamente viable.

“Con el cáñamo tenemos una alternativa al algodón, que nos ha decepcionado bastante durante los últimos años. Ha sido en razón de la marihuana que hemos hallado difícil conversar sobre el cáñamo, pero eso está cambiando y estamos empezando a moldar la opinión pública respecto de sus beneficios”, dijo Lufto Dlamini, el Ministro de Empresa y Empleo de Suazilandia. “El gobierno está considerando una propuesta para cultivar el cáñamo y una decisión será alcanzada hasta el fin de este mes. Pero, espero que reciba el permiso de cultivo para fines de pesquisa y, si eso prueba ser exitoso, entonces veremos”, le dijo él al IRIN.

El Dr. Ben Dlamini, 70, ex ministro en el Ministerio de la Educación de Suazilandia, fue uno de los primeros defensores del cáñamo. “El enorme énfasis sobre el cannabis en Suazilandia siempre ha estado en fumarlo y quedarse dopado, pero si fuéramos cultivar el cáñamo comercialmente, ello solucionaría muchos problemas”, le dijo él al IRIN. “Puede ser usado para combustibles, productos textiles, aceites saludables y lociones”, señaló. “La gente está teniendo la idea de que el cáñamo puede ser usado para fines que no sean el fumo, pero el proceso de comprensión es muy lento”.

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